Un paso importante en la vida de un adulto es independizarse. Sin embargo, más allá de abandonar la casa paterna y vivir solo, independizarse implica asumir nuevas responsabilidades económicas.

Por ello es fundamental planificar bien esta gran decisión. En primer lugar, es recomendable establecer un plazo durante el cual se pueda ahorrar lo suficiente para hacer frente a los gastos. Tres años es un plazo adecuado.

También es fundamental llevar control de las finanzas, hacer un balance. Es muy fácil, solo hay que desarrollar el hábito de anotar los ingresos y todos los gastos, incluyendo el pago de deudas. La finalidad es ir optimizando los gastos para ahorrar.

El ahorro es una gran manera de hacer crecer el dinero, ya que se puede invertir en diferentes opciones, como cetes, fondos de sociedades de inversión, aportaciones voluntarias a la Afore, etc.

Disciplina y planeación son clave para lograr unas finanzas equilibradas. Desarrollarlas y mantenerse siempre informado permitirá alcanzar las metas.